Mujer, Raíz de la Tierra y Alma del Campo
Imagen de archivo.Ella no solo madruga; es quien recibe el día. Es la primera en pactar con el alba, en negociar con el rocío que besa los prados. Su silueta contra el cielo del amanecer es el primer monumento a la perseverancia. Conoce el lenguaje secreto de las aves, la ansiedad del ganado cuando se acerca la tormenta, y el suspiro de la tierra cuando al fin recibe el agua. Su reloj no tiene manecillas; lo marcan el cantío del gallo, la posición del sol y la sed de las plantas.