Entregar las tierras a los que la trabajaban era una de las promesas hechas por la dirigencia de la Revolución. En el municipio de Holguín, y en nuestro territorio en específico, predominaban fincas menores de cinco caballerías, pero había también grandes fincas pertenecientes a familias pudientes, terrenos del Estado que habían sido usurpados y propiedades de compañías extranjeras. Estas últimas fueron nacionalizadas rápidamente. Buena parte de las propiedades se dedicaban a la ganadería y a los cultivos varios, los montes eran ya insignificantes. Los campesinos agrupados en la Asociación Campesina “Frank País”, que persuadió a los labriegos de no ocupar tierras antes que se promulgara la legislación, solicitaban insistentemente la solución inmediata del problema de la propiedad de la tierra. Un ejemplo de las injusticias que aún pervivían y las esperanzas en el nuevo Gobierno es esta carta, que desde el cuartón de Guayabo enviaba un campesino a la redacción del periódico Norte, en julio de 1959:
…quiero hacerle saber que el doctor Abelardo Ochoa Morales, valiéndose de la condición de juez y magistrado de la Audiencia de Holguín aprovecha la oportunidad para negarle el pago del Tope de Jornal a los trabajadores que han trabajado en la finca Santa Inés diciendo que para él pagar hay que sacarle el dinero del bolsillo o ponerlo preso.
El nuevo gobierno había situado un pago mínimo a los obreros agrícolas que este hacendado, que además desempeñaba un cargo público importante, se negaba a desembolsar. Agregaba el remitente que estos tenían que trabajar hasta 18 horas al día pagándoles un peso.[1]
En el territorio se aportó al financiamiento de la ley con implementos agrícolas y dinero, este último a través de la Comisión Pro Ayuda a la Reforma Agraria y la Colecta de la Libertad.En un periódico holguinero del 1ro de abril de 1959 se podía leer, que los campesinos de Santa Inés habían acordado apoyar esta iniciativa y la lucha contra el latifundio mediante una colecta que arrojó 72 00 pesos.[2]
Otra noticia reflejaba como se organizaron eventos deportivos para recaudar dinero:
El próximo Domingo día 19 del actual dará comienzo la temporada de boxeo “Guantes de Oro” de la Dirección de Deportes, en el alegre poblado de Mir con una formidable cartelera donde toman parte los mejores prospectos mireños y holguineros (…) todo el dinero que se recaude en esa programación será a beneficio de esa gran obra que es la Reforma Agraria.[3]
Al igual que este certamen, se organizaron corridas de cintas y rodeos en muchos barrios de la zona. Para la concreción de la ley se estableció el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), encargado de aplicar la nueva legislación y el país fue dividido en Zonas de Desarrollo Agrario. El territorio quedó enmarcado en la zona 0-23, que tenía jurisdicción sobre los municipios de: Bayamo, Holguín, Victoria de Las Tunas, Gibara y Puerto Padre y más tarde en la subzona 0-28, que comprendía casi el mismo espacio, pero sin Bayamo y, que luego se convirtió en Zona de Desarrollo Agrario 0-28. El INRA, además de distribuir la tierra, organizó las primeras cooperativas y fijaba los precios de los productos.
Las primeras intervenciones se realizaron en las haciendas ganaderas dejándoles a los propietarios 50 caballerías como máximo y las dedicadas al cultivo con área mayor de 30 caballerías se rebajaron a 30.[4] Tierras del Estado que habían sido usurpadas por los geófagos fueron rehabilitadas, como las del paño de Buenaventura y las tierras realengas de San Agustín, con estas propiedades se organizaron cooperativas.[5]La siguiente tabla muestra las principales fincas intervenidas en el territorio.
Mayores fincas intervenidas durante la Primera Ley de Reforma Agraria
Finca |
Extensión (cbs) |
Propietario |
Lugar |
Casablanca |
164 |
Luis Riverón Hernández |
Omaja |
Tranquera |
204 |
María Carbonell Infante |
La Rioja |
Limones |
280 |
Arturo Infante Maldonado |
La Rioja |
Cupey |
744 |
Cía. Altagracia |
La Rioja |
Tasajera |
257 |
Hilda Carbonell Infante |
La Rioja |
Las Parras |
300 |
María Carbonell Infante |
Las Parras |
Paño Buenaventura |
315 |
- |
Buenaventura y San Lorenzo |
Realengos de San Agustín de Aguarás |
181 |
- |
San Agustín y Aguarás |
Mir |
38 |
Eliseo Blanco |
Mir |
Fuente: Elaboración propia a partir de información en Norte (números varios)dejunio a noviembre de 1959.
Más tarde, en 1961, fueron expropiadas las fincas: La Esperanza de 14 caballerías, situada en Las Calabazas; Los Arroyos, con una extensión de 13 caballerías y la finca Laguna Negra, en Ciego La Rioja, de 30 caballerías. Para octubre de 1959, ya se encontraban funcionando 16 cooperativas en todo el municipio Holguín y posteriormente crecerían a 54, de ellas, siete estaban en nuestro territorio o abarcaban espacios de este, las primeras se dedicaron al cultivo de maíz o a la actividad agropecuaria.
El proyecto inicial de estas cooperativas, que tuvieron resultados económicos inmediatos, era colocar una familia por cada caballería y media de terreno, pero luego se decidió transformarlas en Granjas del Pueblo, aunque en la zona, buena parte de la tierra quedó en manos de particulares, que más tarde fueron organizados en la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP). Estas granjas, por su tamaño, la improvisación, el escaso control; malas estrategias de trabajo, y poca preparación de sus dirigentes, a la larga, resultaron improductivas y terminaron transformándose en otras formas de producción.
Mir se benefició con la construcción de una colectividad campesina vinculada a una de estas cooperativas. La moderna comunidad se denominó “Calixto García” y estaba compuesta de más de 30 casas, una tienda del pueblo, un círculo social obrero y un moderno centro escolar, a la vez que se electrificó y se le dotó de otras facilidades.
Buenaventura fue sede de la última entrega masiva de propiedades en Holguín, que tuvo lugar los días 10 y 13 de enero de 1961. Para mayo de 1961 la ANAP fusionó en una sola organización a las Asociaciones Campesinas y agrupó así a todos los campesinos del país. Este organismo encausó la aplicación del programa agrario, además, apoyó la campaña de alfabetización y la superación educacional y técnica de los campesinos.
[1]Norte, 7 de julio de 1959, p. 5.
[2]Norte, 1 de abril de 1959, pp. 1-2.
[3]Norte, 17 de abril 1959, p. 4.
[4] Mayra San Miguel: La Reforma Agraria en Holguín 1959-1961, Ediciones Holguín, 2005, pp. 58-59.
[5] En Sabanazo, en mayo de 1960, se repartieron 23 caballerías de tierra de los antiguos propietarios Humberto Brito y Hilda Carbonell entre 17 campesinos de la zona. “Comunicaciones de Sabanazo” en Norte, mayo 8 de 1960, p.3.