Carnaval de la Habana. Foto tomada de Internet
Los carnavales, estas fiestas populares, han estado presentes en nuestro territorio desde la época republicana.Los carnavales nacieron en Europa y su nombre viene de la palabra italianaCarnavale.Sus orígenes se remontan a ciertas fiestas que en determinadas épocas del año celebraban algunos pueblos de la antigüedad.
Luego en la Edad Media el carnaval adoptó otros matices y en algunos casos bastante libertinos. En América el carnaval adoptó tonalidades muy particulares que le aportaron especialmente el mestizaje cultural y especialmente en el Caribe y Brasil se conformó a base de conga, faroles, cerveza, comida, las voces y los ritmos de negros, blancos, indios y mulatos. Los carnavales de Río de Janeiro, Cartagena, Santiago de Cuba y La Habana han sido reconocidos en todo el mundo.
A Cuba los carnavales llegaron de manos de los españoles, pero los cubanos le pusieron un sabor especial. A nuestro territorio los carnavales llegaron primero por el más viejo de nuestros asentamientos: San Agustín de Aguarás y consiguieron ser famosos en toda la región. La Sociedad Unión Club era el centro de esas festividades. Recordaba Margot Troncoso, una vecina de este pueblo, que durante estas festividades, San Agustín era muy alegre, lo visitaban orquestas de renombre y había espacio para juegos de todo tipo, venían personas de todas partes, hasta de Santiago de Cuba. Se organizaban bailes de disfraces y existían comparsas con trajes típicos de indios y otras a caballo. En las callejuelas se vendían comidas y dulces y se disparaban cohetes de luces.
Buenaventura y Mir también tuvieron carnavales de mucha popularidad. En todos se seleccionaba a la estrella y los luceros, que generalmente eran las muchachas más bonitas de cada localidad.
Posterior al triunfo de la Revolución en 1959 los primeros carnavales se denominaron “Carnavales de la Libertad”, y se organizaron, por ejemplo, en San Agustín en agosto de 1959.Todavía estas fiestas conservaban el esplendor de años anteriores, pero ahora se le sumaba el desbordante entusiasmo de toda la población, que lograba participar de espacios que anteriormente estaban restringidos.
Los Carnavales se siguieron transformando y cambiando de nombre. Se llamaron: Carnavales de la Emulación, Carnavales Socialistas, Fiestas Populares u otras disímiles denominaciones, pero independientes del nombre que adoptaran, estas fiestas se transformarían alcanzando cierto matiz político. Ya en 1963, por citar un caso, la prensa anunciaba que “grandes fiestas en un ambiente de alegría proletaria serán ofrecidas al pueblo en ese día para que los obreros que con su trabajo y su esfuerzo construyen la nueva patria se diviertan sanamente en las fiestas del pueblo y para el pueblo”. Ahora, para la elección de las estrellas y luceros, aparte de la belleza física, era indispensable la integración en las organizaciones sociales.
Las tradicionales Fiestas Populares o carnavales se siguieron desarrollando, pero estas festividades, desde los años noventa, se centraban en ofrecer cerveza, comida y música, sin preocuparse de cultivar tradiciones culturales y familiares de la zona. A raíz de la pandemia que azotó el país los carnavales se suspendieron en la mayor parte de Cuba desde el año 2019 y no sabemos si un día regresarán.