La asamblea municipal de balance del Partido del año 1971, hace ya más de medio siglo, se celebró el domingo 18 de abril y tuvo lugar en la localidad de Monte Alto.La asamblea, donde participaron los dirigentes de distritos y miembros de los núcleos, así como representantes de las distintas organizaciones del municipal, tuvo lugar en los albergues del Plan Cítricos y la apertura estuvo a cargo de José Joaquín Pérez, organizador del Comité Municipal, quien dio a conocer el desarrollo del programa, mientras que la lectura del informe de balance del trabajo de 1970 estuvo a cargo de Romárico“Coco” Rodríguez y Amable Borjas, miembros del Comité Municipal.
Se recogían las numerosas tareas orientadas y desarrolladas por la organización con el apoyo de todas las organizaciones revolucionarias y los trabajadores en general. Asimismo, se dio a conocer el plan de trabajo para el año 1971, donde se llamaba a la militancia a redoblar sus esfuerzos para hacer cumplir las tareas que se tenían por delante, entre ellas: la lucha contra el ausentismo, el aprovechamiento de la jornada laboral, la lucha contra la vagancia, el apoyo a las movilizaciones hacia la agricultura y la zafra.
El Comité Municipal quedó conformado por: Aníbal Santiesteban, como primer secretario; Osvaldo Torres, segundo secretario; José Joaquín Pérez, secretario de organización; Mario López, secretario de servicio y como jefe del Grupo de Movilización Aldo Vega. Otros miembros del Comité fueron: Romárico Rodríguez, Arquímedes Coma, Blaza Hernández, Antonio Sánchez, Raúl Domínguez y Lorenzo Frutos.
Igualmente, formaron parte del Comité, los secretarios de distritos de San Agustín de Aguarás, Miguel Peña; de Buenaventura rural, Florentino Guetón; de Buenaventura Urbano, Arnolis Blanco; de San Lorenzo Denis Cables; de Los Moscones, Ubirney Pérez; de Mir Rural, Erasmo Reyes; de Mir Urbano, Elix Gregorio Reyes; de Monte Alto, José Ramos y de Santa Inés, Eladio Saavedra.
Blaza Hernández sería la segunda mujer dentro de un buró municipal. Hasta ese momento la presencia de mujeres y negros o mulatos sería mínima, y no fue hasta un lustro más tarde, que se incrementaría su representación en labores de dirección partidistas en el territorio. La propia Blaza continúa recordando:
Pasé a trabajar con Clara Castillo en la Federación de Mujeres Cubanas(FMC) municipal y luego, cuando ella marchó a la provincia me convierto en secretaria de la FMC y miembro del Secretariado del PCC. Posteriormente pasé al Partido, atendiendo a los Cuadros en 1972, cuando Carlos Cable, que era un hombre muy capaz, era el Primer Secretario y permanecí en el cargo hasta 1977.
Fue una época en que el Partido gozaba de mucho prestigio, lo que no quiere decir que no hubiera problemas de funcionamiento y errores humanos, porque en algunos compañeros había fuertes rasgos machistas y el nivel escolar no era alto. Pero se trabajaba con mucha seriedad, para ser miembro había que ser realmente buen trabajador, posteriormente se propuso crecer por metas y creo que fue un error.
En la asamblea a nombre del Buró Regional, la dirigente partidista realizó una amplia explicación de las tareas fundamentales del momento, entre las más importantes señaló la zafra y las nuevas formas para facilitar el corte, lo que permitiría mayor aprovechamiento y la utilización de menos fuerza de trabajo, aclarando que esto no quería decir que se prescindiera de las movilizaciones de fines de semana y durante otras etapas. Finalmente hizo un llamado a todos los militantes a cumplir con las tareas encomendadas.
A partir del curso escolar 1971-1972 el trabajo del Partido Comunista en el territorio literalmente se duplicó. Ese curso iniciaron las Secundarias Básicas en el Campo (ESBEC) Bartolomé Masó y Mariana Grajales, y precisamente durante la Asamblea de Balance de 1971 los delegados saludaron la construcción de estos centros con una jornada de día y medio en los cortes de caña en las áreas de Cayo Alto, pertenecientes al Central “Antonio Maceo”.