Desde hace décadas los científicos de varios países investigan las propiedades de una miel muy singular: la que produce la abeja de la tierra, conocida como melipona beecheii, una especie en peligro de extinción por disímiles factores, desde la destrucción de su hábitat hasta de sus propias colmenas.
Se cree que las pirámides precolombinas, las de Egipto, México, Perú, entre otras, fueron construidas basándose en el diseño de este tipo de panales.
Esta miel es más ácida y un poco más fluida que la de la abeja común y muy apreciada por sus beneficios para la salud humana. Se ha demostrado su efectividad en el tratamiento de cataratas en estado temprano, en los procesos inflamatorios del glaucoma y la conjuntivitis, así como para el asma bronquial y los dolores de posparto.
Además se usa para cicatrizar heridas, aliviar quemaduras y como mascarilla para la piel, también en el tratamiento de enfermedades digestivas (como las úlceras en la boca), de erupciones, llagas y problemas urinarios.
Pero no solo la miel posee beneficios. El polen mejora la reacción inmunológica del organismo; el propóleo es antioxidante, antibiótico y antiviral natural; la jalea real aumenta el metabolismo, regenera los tejidos y retarda el envejecimiento epitelial.
En Pozo Blanco, un barrio enclavado a poquito más de dos kilómetros de Buenaventura, está ubicada la finca forestal del campesino Emiliano Serrano Cruz. Allí se produce la miel de la tierra ,una maravilla de la madre natura… disfrútenla.