organo1Las familias portadoras Borbolla y Cuayo junto a la Barberena,  llevaron las fiestas a Manzanillo y Holguín con los escaparates musicales que eran llevados en carretas tiradas por bueyes o en camiones. Pero Buenaventura, entre Las Tunas y Holguín, tuvo en la familia Ricardo y su Palacio de Cristal los mejores hacedores de bailes en los salones con piso de tierra y lámparas de carburo. 

Una noche estaban Manuel Chiquito y sus muchachos en Irene,   en un baile preparado por Josefa González, y se les rompió el instrumento-orquesta. Salieron por la madrugada a buscar a Pepín Barberena, que era el que arreglaba los órganos de la familia y a las dos horas ya estaban de vuelta.

El Palacio de Cristal  sonaba clarito. Era un buen amansa guapo, porque la música lo puede todo y aquel organito se oía lejos. Tenía tres cilindros y un repertorio de veintisiete piezas. Fueron muy populares los arreglos de La guayabera, Cachita Cachumba, Lluvia de oro y La conga, con las que se armaban fiestas que no  querían terminar nunca.

La limitante de los Ricardo era que su órgano era de cilindro, y su repertorio era limitado. Y no tenían conocimientos en la reparación y afinación, lo que abrió las puertas a Josè Ajo Góngora luego de ser invitado a un baile en Las Lajas y allí recibió la oferta de  de la familia Hechavarría para reparar y dar bailes.

El ocaso de la familia Ricardo tuvo que ver con las propias limitaciones del instrumento. No se ganaba mucho, pero un día llegó el dueño con el embullo de pasarlo a    cartón y modernizar el instrumento, que tendría mayor y mejor repertorio, y se lo llevaron, pero no se lo devolvieron, por lo que quitarle el palacio de su alegría, nunca se lo perdonaron Manuel y sus hijos, a los Barberena. Y el reinado absoluto fue desde 1950 de los Ajo, que son, en pleno siglo XXI, la ristra musical de Cuba,

Podcast RJ

Aniversario 46 de los Órganos del Poder Popular

Postales de mi tierra

Visitas

033490
Hoy: 255
Esta semana: 840
Este mes: 2.211
Mes anterior: 8.033
Total: 33.490