A propósito de la celebración del aniversario 60 de la creación del IV Frente Simón Bolívar y como un sencillo homenaje por su cumpleaños 80, les presentamos de manera abreviada, la historia de vida del combatiente Oscar Elías Orozco Viltres, hijo adoptivo de este municipio holguinero de Calixto García.
Orozco, como cariñosamente le dicen, lleva tanta humildad en su corazón y en su alma, que es incapaz de hablar a alguien de sus hazañas y sus honores. Sí, porque quién objeta que es un honor haber compartido el bautismo de fuego con el Che, haber vivido momentos con Camilo o haber tenido la confirmación del Comandante Fidel Castro para dirigir el pelotón que cumpliría a finales de 1958, la Misión Especial de Operaciones en la parte nororiental de Cuba.
EN BUSCA DE LA SIERRA MAESTRA
Nacido en Campechuela el 16 de marzo de 1939, Orozco llegó al mundo con la herencia de rebeldía de su padre Agustín, destacado mambí de la guerra del 95.
A mediados de 1957, este rebelde por naturaleza, ya fichado por los esbirros de la tiranía batistiana como colaborador del movimiento 26 de Julio, decide llegar hasta las tropas de Fidel en la Sierra Maestra.
La tarea no fue fácil. Él y un compañero del bar donde trabajaba en Manzanillo, tuvieron que esconderse en la casa de Fe, la mujer del Comandante Cresencio Pérez.
Ahí permanecieron alrededor de 15 días, hasta que les orientaron partir hacia la Sierra. Luego de dos meses desandando sin rumbo, porque nadie decía dónde estaba Fidel, la suerte al fin llegó, pues en la misma falda de la Loma de Caracas, contactaron la casa de un campesino de confianza. Allí estaba el hoy General retirado Kindelán Blet, que Fidel lo había dejado para que cuidara una mercancía.
En ese lugar se quedaron y días después llegaron Roberto Rodríguez, más tarde conocido como El Vaquerito, y Antonio Sánchez, que en poco tiempo se convirtió en el Comandante Pinares, los que también andaban buscando a las tropas rebeldes.
Cansados de esperar, deciden seguir la marcha loma arriba y llegan al Hombrito. Por coincidencias de la vida, al primer jefe que se encuentran es a Marcial, hermano mayor de Orozco, a quien ya el Che Guevara había ascendido al grado de Capitán.
También fue allí donde tuvo la eterna dicha de conocer al Guerrillero Heroico, de luchar a su lado en el primer combate del Hombrito, donde recibió su bautismo de fuego.
Indiscutiblemente el carácter del Che dejó una huella imborrable en la memoria de este combatiente, aunque en una ocasión se disgustara por una de sus decisiones.
Por una equivocación mientras guiaba al Che, Orozco pudo haber ocasionado un prematuro final a la vida del argentino-cubano.
MISIÓN ESPECIAL DE OPERACIONES
En agosto de 1958, cuando se inicia la contraofensiva del Ejército Rebelde contra las fuerzas del dictador Fulgencio Batista, las columnas comienzan a bajar al llano. En ese entones Orozco era jefe del pelotón 1 de la Columna 14 que dirigía Orlando Lara.
Como Lara estaba gravemente herido, Fidel personalmente dirigía los pelotones. Es entonces que recibe una misión especial de operaciones de parte del Comandante Fidel.
Acerca de la designación de Orozco Viltres como jefe de dicha misión, comenta el combatiente Raúl Cartaya Hernández, integrante del pelotón 1 y fundador del IV Frente Simón Bolívar.
Es una enorme dicha para este combatiente haber conocido a cuatro figuras legendarias de nuestra Revolución: Fidel, el Che, Camilo y Ramiro Valdés. De sus virtudes, temperamentos y relaciones con los subordinados cuenta de manera resumida.
La grandeza de los hombres está en la humildad, en el amor a su tierra, a su familia y a su patria, eso es bien conocido, pero también sabemos de sus tres grandes amores: su esposa Julia, sus hijos Odalis y Oscar, y la Revolución.
