
De qué callada manera se me adentra usted sonriendo
como si fuera la primavera, y yo muriendo
Como si fuera la primavera, yo muriendo
Y de qué modo sutil me derramo en la camisa
Todas las flores de abril
¿Y quién le dijo que yo era?
¿Risa siempre y nunca llanto?
Como si fuera la primavera
No soy tanto
En cambio, qué espiritual que usted me brinde una rosa
De su rosal principal...
Quien lea estos versos o escuche los acordes de esa melodía, tan popular en Cuba y en el mundo, en la voz y estilo de inconfundibles intérpretes como Pablo Milanés, Ana Belén ,y muchos otros ,identificará sin dudas los versos del mítico poeta camagüeyano Nicolás Guillén.