Trabajadores y vecinos participan en trabajo voluntario en el Cementerio de Palmarito Bajo el sol matutino que baña la serena geografía de Holguín, los vecinos del Consejo Popular San Agustín convirtieron el sábado 29 de noviembre en una tarea necesaria en un acto de puro civismo. Una jornada de higienización y embellecimiento se llevó a cabo en el cementerio de Palmarito, un espacio cargado de historia y memoria para los habitantes de esa localidad del municipio Calixto García.
La iniciativa, surgida por un elector de la propia comunidad y apoyada por las autoridades locales, reunió a decenas de voluntarios. Con guantes, rastrillos, machetes, palas y una dosis imparable de buen humor y solidaridad, hombres, mujeres y jóvenes se dieron cita para devolverle una Buena imagen a este sagrado lugar.
El trabajo fue intenso y colectivo. La maleza que había crecido entre lápidas y caminos fue cortada y removida; la basura y los escombros acumulados en zonas periféricas fueron recolectados y dispuestos para su correcta eliminación; y los senderos principales fueron despejados, permitiendo un acceso más fácil a los familiares que visitan a sus seres queridos.

Lo más destacado de la jornada no fue solo el resultado visible de un camposanto limpio, sino el espíritu que impregnó cada acción. No fue una imposición, sino una respuesta consciente a una necesidad común.
Kirenia Ávila, una vecina de toda la vida de San Agustín, comentó mientras descansaba a la sombra de un árbol: "Esto es algo que teníamos que hacer. Nuestros abuelos, nuestros padres están aquí. Este es un lugar de paz y debe lucir como tal. Cuando nos convocaron, no lo dudé. Aquí estamos, entre todos, poniendo nuestro granito de arena".
Por su parte, un joven participante, Omar Peña Ávila, añadió: "Al principio puede parecer una simple limpieza, pero mientras trabajas, te das cuenta de que es mucho más. Es un acto de respeto hacia nuestra historia, hacia nuestra gente. Me enorgullece ver a mi comunidad trabajar junta por algo tan importante"
Esta labor de higienización en el Cementerio de Palmarito va más allá de la limpieza puntual. Es un reflejo de la capacidad de organización y del profundo sentido de pertenencia que caracteriza a los cubanos. Demuestra que, cuando el pueblo se une con un objetivo común, no hay obstáculo que no pueda superarse.

Las autoridades del Consejo Popular agradecieron la masiva y desinteresada participación, y recalcaron la importancia de mantener estos espacios como lugares dignos, de recogimiento y memoria histórica. Esta acción sienta un precedente valioso y renueva el compromiso de los sanagustinenses con el cuidado de su patrimonio y su entorno.
El Cementerio de Palmarito, hoy más limpio y ordenado, no solo guarda los restos de los que partieron, sino que también es testigo del pulso vivo y solidario de una comunidad que, unida, escribe día a día su propia historia de progreso y decoro.




