Carro en mano, Yuliet Reyes Vega no detiene su andar. Su labor de pantrista en el Hospital municipal “Nicodemus Regalado León” en Buenaventura le exige responsabilidades. “Es dinámica, exigente ,pero me gusta, me siento bien”, confiesa esta joven de voz suave, pero a la vez con dotes para sumar, comprometer. “Somos un equipo, dos hombres y yo conformamos el turno de trabajo y nada, dispuestos y con deseos de hacer lo que nos toca”.

“Como toda labor tiene retos, soy la encargada de distribuir la alimentación a los pacientes esto exige entrega, dedicación, amor porque ante todo debe estar a su hora y con la calidad requerida, cuenta Reyes Vega, pero nada le es ajeno a las mujeres y si aparecen dificultades buscamos soluciones para seguir, así son las cubanas.”

Y si de disposición y laboriosidad hablamos Aurora Morales Parra tiene mucho que decir. “Soy encargada de lo que es la ropa del hospital recogerla para la lavandería, acomodar los locales como este donde nos encontramos ahora que es el dormitorio del personal médico, mantener listas las 8 camas y para lo que me necesiten son 15 años. “Si hay que limpiar para allá vamos porque vivimos momentos complejos con el personal y colaborar nos toca a todos y las féminas nos distingue eso no sabemos de horarios ni de tareas”.

Vicenta Aguilera Pupo demuestra sus destrezas en el oficio .

Muy próxima a Aurora, la lavandera Vicenta Aguilera Pupo demuestra sus destrezas en el oficio que le ha abre caminos en su vida. “ Me gusta lavar, llegué aquí gracias a una posibilidad que se me dio a través de una feria de empleo realizada por la Dirección Municipal de Trabajo y aquí me vez ayudando en todo y con disposición”.

Y así Yuliet, Aurora,  Vicenta, entre otros rostros femeninos más muchas veces en el anonimato, construyen, forjan, aportan y dan lecciones. Ahí está la obra invencible de las cubanas, empoderadas y vencedoras de imposibles.  

Y cuando las veos en su ir y venir entre locales, pasillos, pacientes ….recuerdo los versos de Jesús Orta Ruiz (El Indio Naborí) cuando expresó en su poema “Mujeres”:“

Viene de aquella inmortal madre Mariana Grajales,
con sus once colosales
hombres de un mismo ideal.
Cuando se vuelve coral
un diamante de su roca,
no hay un sollozo en su boca
ni en sus labios un temblor;
y dice al hijo menor:
Empínate, que te toca.

 

 

 

    

 


Podcast RJ

1 DE MAYO 2024

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