Con la familia Poll –González siempre hay que contar.En el Cruce de Mir una humilde familia sigue adelante a pesar de las adversidades por las que atravesamos en tiempos como estos.La protagonista de esta historia es Rosalina Poll Deseliz, quien reside junto a su familia en ese barrio ubicado a unos cuatro kilómetros del poblado de Buenaventura.
Ella es de las mujeres que pese a su edad, apuesta a favor de contribuir a transformar favorablemente el entorno de su barrio.
“Mire yo nunca tuve cargo en mi CDR, (Comité de Defensa de la Revolución) pero soy de las que cojo azadón o machete en mano y pongo bonito los alrededores de mi casa, y también invito al vecindario para que participe, no podemos esperar que otros hagan el trabajo que bien podemos hacer,” manifiesta esta vigorosa mujer que no representa sus 70 años de edad.
La familia de Rosalina es unida, su esposo Eranis González González, pese a algunas dolencias propias de su edad, aporta sus esfuerzos en la pequeña huerta familiar que sirve de suministro de viandas, “tengo limitaciones físicas y de otra índole, me cuido, pero en lo que puedo estoy al lado de ella, pues estamos juntos desde hace más de treinta años. Como ve, tenemos sembrado yuca, plátano burro, boniato y un poquito de maíz todo para el sustento, hay que producir alimento porque están muy caros”.
Este hombre ya rebasa las ochenta décadas de existencia pero antes trabajó en empresas pecuaria y agropecuaria, y en la tabacalera, y por asuntos de enfermedad no pudo proseguir, cesó su actividad laboral y no realizó las acciones correspondientes para la obtención de su jubilación por lo que le recomendamos realizar los trámites pertinentes para obtener ese derecho que corresponde a cada trabajador en Cuba.
Y unido a la familia está el joven Wilber Michel Rodríguez Medina, el nieto, quien se graduó de albañilería en el politécnico de Buenaventura, “terminé pero le voy a ser sincero, la he ejercido muy poco, estoy viendo otras posibilidades para mejorar la economía de la casa, el albañil tiene que tener a mano recursos de herramientas que no poseo, y ya ve estoy al lado de mis abuelos los ayudo en buscar leña, carbón y en el pequeño terreno que tenemos sembrado.
Este joven de veintidós años en su etapa de estudiante estuvo dirigiendo la Federación Estudiantil de la Enseñanza Media (FEEM) en su politécnico, milita en la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y desde su modestia piensa en su patria, en la posibilidad de que, “todo mejore, hay muchos problemas pero si todos ponemos de sí por ejemplo, en la garantía de los alimentos, estoy seguro que continuaremos adelante, y venceremos”.
Culmino mi estancia en este humilde hogar de la incansable Rosalina Poll, y de Eranis González, un matrimonio dispuesto a vencer los infortunios sin pedir nada y sí poniendo el esfuerzo para vencer lo que en ocasiones se vislumbra como imposible, ahí están en su vivienda, en su entorno, y reciben a este visitante, como a muchos, con ese trato característico de las personas de bien, con un café delicioso acabado de colar, gracias familia Poll –González , sé que con ustedes siempre hay que contar.