Cada segundo domingo del mes de mayo en Cuba y muchos otros países del planeta, se desparrama el amor hacia el ser humano más leal, comprometido y responsable, que habita en el planeta tierra.
Es como un río desbordado de ternura y pasión por la persona que simboliza la creación, el buen andar, el optimismo. La persona capaz de darlo todo a cambio de muy poco, capaz de defender con uñas y dientes el crío que llevó durante nueve meses en su placenta.
“Ser madre es más que un regalo de la madre naturaleza, es algo que apenas existen palabras para nombrarlo, es un privilegio que solo tenemos las mujeres”. Así nos comentaba Nivia Domínguez Fernández, una mujer adornada de muchas virtudes, entre ellas la de llevar con esmero la condición de madre y abuela, y cumplir con nota de excelente sus responsabilidades como hija.
“Los buenos calificativos que pueda tener en una tarea tan delicada y cuidadosa como criar a mi hija Ana Ibis, que ya se acerca a los 29 años, se los debo a mi progenitora Minerva, un ejemplo de pasión por los suyos y por el prójimo, una mujer con muchas virtudes, sobre todo muy humana, solidaria y honesta. Esos valores, inculcados por ella y también por mi padre Raúl Domínguez, he tratado de transmitirlos a Ibis y ahora a mi nieto José Alejandro, que el venidero septiembre cumplirá seis años, y que es muy inteligente e inquieto”.
Nivia, mujer de andar y diálogo pausados, Licenciada en Ciencias de la Educación y que desde su segundo año de trabajo, a partir de 198, se encuentra laborando en esta Emisora Radio Juvenil, es amante a la música suave, entiéndase boleros, baladas y canciones: “si me gusta bailar pero sobre todo ritmos cadenciosos, también me gusta el campo y el verdor de la naturaleza pues me da mucha tranquilidad emocional y espiritual”.
Llegue a Nivia, una de nuestras asesoras de programas, en una fecha tan marcada como la de este segundo domingo de mayo, la más sincera felicitación por sus dotes de hija fiel, abuela esmerada y madre ejemplar.
