Por estos días los cubanos hemos recibido varias noticias que nos han impactado y de alguna manera han transformado la vida en el país, primero el huracán Oscar se ensañó en Guantánamo, luego Rafael en las provincias occidentales, y hace solo horas los sismos que han sacudido el oriente cubano, con mayor incidencia en las provincias de Granma y Santiago de Cuba.
Pero créanme que este no es el propósito de mi comentario. Hoy quiero referirme a otra noticia que también impactó a gran parte del pueblo cubano, y es precisamente que el republicano Donald Trump regresa a la casa blanca el próximo año a conducir al gobierno de los Estados Unidos.
He escuchado a muchos con expresiones de pesimismo, a otros un poco escépticos, con predicciones de lo que puede suceder a partir del próximo año en su política de asfixia contra Cuba, pero también he observado por las redes sociales como los mismos cubanos que salieron un día de este país se vanaglorian de que votaron por Trump, y apoyan su elección como presidente.
Cada quien es libre de pensar y actuar, eso lo tengo claro .Pero no olvido que este señor en su anterior gobierno aplicó 243 medidas y que en su mayoría se mantienen vigentes, todas adicionales al asfixiante bloqueo económico, comercial y financiero impuesto contra Cuba desde hace más de 60 años.
Y tomo una muestra por solo mencionar algunas : obstaculizar las principales fuentes de ingresos y entorpecer nuestras relaciones comerciales, la prohibición de viajes de cruceros, la suspensión de la sub categoría de viajes educacionales “pueblo a pueblo” y la modificación de dos de las licencias que permitían las visitas de ciudadanos estadounidenses a Cuba.
Se cancelaron los vuelos regulares y chárter a todo el país, excepto a La Habana, cuyas frecuencias también fueron limitadas. Los efectos de este anuncio alcanzaron tanto a ciudadanos estadounidenses como a las familias cubanas.
La decisión de limitar el monto de las remesas a 1000 USD por trimestre, la suspensión de las remesas no familiares y la prohibición de envíos desde terceros países a través de Western Union. En el orden de cooperación médica inició una campaña de descrédito a la cooperación médica internacional de Cuba e impulsó el fin de los convenios con varios países del área.
Y qué decir de la minuciosa persecución a las operaciones bancario-financieras de Cuba. De las 22 penalizaciones monetarias impuestas por la Oficina para el Control de Activos Extranjeros a compañías que violaron las leyes del bloqueo, 9 fueron contra entidades de este sector. De ahí tajo como consecuencia el cierre de cuentas bancarias, negativa de créditos y otros obstáculos que ha habido que enfrentar como resultado de las presiones de EE.UU. y debido al carácter extraterritorial del bloqueo.
Creo que como muestra es suficiente para entender que Cuba sigue siendo víctima de una macabra política de hostilidad contra Cuba con el objetivo de asfixiar económicamente al país, subvertir el orden interno, y derrocar a la Revolución.
Esperemos entonces con el optimismo que nos caracteriza que a partir del próximo año sea otra la historia, y Cuba deje de ser el blanco perfecto de recrudecimiento del bloqueo, pero como siempre digo seguiremos apostando por esta Revolución que nos ha enseñado a vencer obstáculos y seguir siempre adelante.
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