Como cada mañana común el pueblo de Calixto García se levanta en el afán de salir a laborar. Con el nuevo cambio de horario el amanecer es más temprano y por ende aprovechamos con mayor eficiencia la luz solar. Pero este despertar fue diferente en Buenaventura, las personas ya conocedoras del hecho llevaban en sus manos aquellas blancas esferas ovaladas como quien custodia todo un tesoro.
El tan importante alimento que aporta disimiles nutrientes al organismo humano llegaba desde tierras lejanas a nuestra localidad. Si es cierto que muchos llegaron desparramados por el largo trayecto, pero resistieron y el camión de mediano tamaño con las cajas del producto hasta el techo despertó a los calixteños. “Pertenecemos a una granja avícola de Matanzas y nuestro propósito es traerle al pueblo este alimento”, así nos afirmaba Luis Núñez Rosales, representante de este grupo de matanceros.
Con los precios actuales en el mercado informal el tan aclamado huevo ha alcanzado hasta precios mayores a los 100 pesos la unidad, en cambio la oferta traída desde la zona occidental del país es más asequible. Si bien es cierto que para muchos los 77 pesos escritos con tinta negra en la puerta de aquel camión no son los que necesitamos en la tablilla de costo de nuestros mercados, pudieran disminuir digo yo, pero hasta ahora esta iniciativa de recorrer tan largas distancias para traer alimento al pueblo si es meritorio reconocerlo.
Muchos fueron los calixteños que concurrieron, algunos solo se llevaban 10 otros más de 30, la realidad es que lograron alcanzar todos los que así lo decidieron, pues la cantidad era considerable “…hemos vendido en todo el país porque tenemos una producción bien grande y tenemos que salir de esta cantidad del producto y de alguna manera ayudar al pueblo porque la oferta está bastante aceptable…” Así nos expresaba en la entrevista mantenida con Luis Núñez en la cual ya informábamos a nuestro pueblo sobre la venta de este producto. La verdad más clara de nuestros días tiene su centro en que solo las producciones alimenticias resolverán los dificultosos tiempos que afrontamos, de esta forma el llamado a sobrepasar la epidermis del yo quiero hacer y llegar al yo lo hago.