De qué callada manera se me adentra usted sonriendo
como si fuera la primavera, y yo muriendo
Como si fuera la primavera, yo muriendo
Y de qué modo sutil me derramo en la camisa Todas las flores de abril¿Y quién le dijo que yo era?
¿Risa siempre y nunca llanto? Como si fuera la primavera No soy tanto En cambio, qué espiritual que usted me brinde una rosa De su rosal principal...Quien lea estos versos o escuche los acordes de esa melodía, tan popular en Cuba y en el mundo, en la voz y estilo de inconfundibles intérpretes como Pablo Milanés, Ana Belén ,y muchos otros ,identificará sin dudas los versos del mítico poeta camagüeyano Nicolás Guillén.
Considerado el Poeta Nacional de Cuba, agudo periodista y destacado activista político, quien estaría cumpliendo este 10 de julio 122 años. Su figura y su obra, marcadas siempre por la implicación en el contexto social y político del país, transcienden para convertirse en referencia imprescindible de la poesía latinoamericana contemporánea.
Su poesía está considerada como la más plena expresión de las más legítimas y revolucionarias aspiraciones populares en el período histórico en que se produce. Introdujo el tema negro en la poesía en lengua española. Su obra ha sido traducida a muchos idiomas y ha merecido comentarios elogiosos y estudios de destacadas personalidades de las letras contemporáneas
Pero sin dudas la musicalidad de los versos de Guillén identifica su poesía. Se nutrió de la vida popular, de los bembés y cultos a los santos que se realizaban en los solares y barrios pobres de su natal Camagüey, con tambores, cajones, claves y timbales, proceso de formación de una intelectualidad que también se alimentó de la conga, la rumba y el guaguancó.
LOC: RR Yoruba soy, / cantando voy, / llorando estoy, /y cuando no soy yoruba, /soy congo, mandinga, carabalí. / Atiendan, amigos, mi son, que empieza así…”RR
Así en tiempo sonero cantan los versos de Guillén,. Quién, desde sus estrofas, conquistara un sitial de honor para el Son, nacido de los barrios negros del oriente cubano. Y No sólo porque puso en sus versos el ritmo del son, sino que impregnó en su poesía, la grandeza del género y la autenticidad de sus raíces.
Un día tan especial como hoy como no recordar su tan declamado poema “La muralla”, un texto integrado al libro La paloma del vuelo popular (1958).Este , sin dudas, el más conocido de Nicolás. Se trata de un canto de firmeza y unidad en el que el autor convoca a la humanidad a construir y vivir en un mundo mejor.
“(…) Alcemos una muralla/ juntando todas las manos;/ los negros, sus manos negras,/ los blancos, sus blancas manos./ Una muralla que vaya/ desde la playa hasta el monte,/ desde el monte hasta la playa, bien,/ allá sobre el horizonte…”.
El poeta mayor exaltó la necesaria unión de todos los hombres de la tierra simbolizados por negros y blancos, para enfrentar y vencer el mal, representado a través de símiles como el alacrán, el ciempiés, el veneno, el puñal y el sable del coronel, que como la maldad, la violencia, la guerra, el odio y la vileza no pueden entrar en “su muralla”, la cual solo se abre con el corazón del amigo, la flor, la paloma, el laurel, el mirto, la hierbabuena, la amistad, la poesía, y la paz.
Por eso en el aniversario 122 de su natalicio hemos querido recordarlo desde su esencia popular y su indiscutible musicalidad de sus versos. Gracias poeta por tu obra .nos quedamos con su risa, su canto y sus flores de abril.