Daer Pozo Ramírez,escritor y realizador radial ,miembro de la Uneac (Imagen de archivo)
Al mirar la bahía de Nipe sentí la bendición, agua de despojo de lo salvador. Y así la cabalgadura hasta la cueva donde apareció el Taguabo aborigen. Ambos acontecimientos fueron posibles gracias a esa forja de actos y no de óxido personal, que es la Unión de escritores y artistas de Cuba, y su festival audiovisual de la Asociación de creadores de cine, radio y televisión en Holguín.
Así la forja y plataforma cultural, que es la Uneac como espacio para asumir el reto de salir de las cuatro paredes del gestor de cuadros, canciones, novelas y audiovisuales, para conformar el escenario definitivo de la nación.
Imagen del Guayabero,fiel exponente de la cultura holguinera.
Y es que bañarse en las aguas de Nipe y estar frente al Taguabo antillano constituye una aventura de auto descubrimiento. Y ello es la solución para espantar la soledad y darnos a la creación como escape y acto exorcista en la comunión entre hombre y naturaleza.
Y del Banes cercano, en 2019, trajimos para Buenaventura el premio nacional Taguabo con el programa radial María y el ángel, tributo a la maestra y promotora cultural de Buenaventura María de los Ángeles Mora, también recibimos el sello conmemorativo por los 60 años de la Uneac en el siguiente Taguago y en el último, acontecido hace unos meses tuve la dirección del taller nacional sobre radio: Del Ojo del caimán a la tertulia de Mala Noche.
Y cada mes tenemos en el municipio Calixto García, provincia de Holguín la peña integradora del Cabaniguán, que une a los vecinos de barrios rurales en sus salas de televisión, Radio Juvenil y la Asociación de artistas creadores de cine, radio y televisión de la Uneac con el diálogo entre creadores y público valorando las obras audiovisuales y conformando un discurso concurrente hacia los valores de la nacionales.
Asumir el reto de ser puente y a la vez fragua de amaneceres compartidos, junto al mar, en el espacio de palmas al viento y del siboney de Ernesto Lecuona. Y es que en Nipe vi danzar en la niebla a Alicia Alonso, mientras escuchaba La Balada azul, de Nicolás Guillén.
Cuba nos necesita desde la cocuyera y la forja de canciones que elevan el ánima hasta la felicidad real.Sea la razón de unirnos, siempre unirnos y en la casona de 17 y H en el Vedado o en el palacio del bulevar de Holguín, tener las puertas abiertas a la creación, que es sanación.
Isla mía, qué bella eres y que dulce, escribió Dulce María Loynaz, mientras Lezama tejía su noche insular junto a los leones del Prado habanero. Así armamos esa voz colectiva que tiene en Lam, Portocarrero, Cosme Proenza y tantos el abanico de la maravilla del paisaje cubano.
Unidos seremos vencedores. 64 años de la Unión de escritores y artistas. Unidos salvaremos la verdad.Cuba nos abraza desde la razón de bañarnos en las aguas de la bahía de Nipe y levantar en hombros el cuerpo generoso y valiente de la rebeldía.
La Uneac en Calixto Garcia de conjunto con el programa de Salas de Televisión realiza encuentros comunitarios en zonas rurales del territorio