Integrantes del Radio Club de Calixto García .
Los radioaficionados en Cuba representan una comunidad técnica y solidaria con más de un siglo de historia, cuya evolución ha estado marcada por la innovación, el servicio público y los desafíos tecnológicos.
Sus orígenes se remontan a las primeras décadas del siglo 20, cuando pioneros como el ingeniero norteamericano Frank H. Jones realizó transmisiones experimentales desde el central Tuinicú en 1912, utilizando un transmisor de chispas de 2 kW, con una antena Marconi de seis alambres de sesenta metros de largo entre cada aislador, instalada desde la torre de enfriamiento del central a sesenta metros de altura, al soporte de antena más próximo.
Estas primeras experiencias sentaron las bases para el desarrollo organizado de la radioafición en la isla, que tomó forma institucional con la creación de la Sociedad Cubana de Radio en 1923 y el Radio Club de Cuba en 1928, entidades que agruparon a los entusiastas de las comunicaciones inalámbricas en un contexto donde la radio era tanto una herramienta de conexión como un símbolo de progreso técnico.
El período posterior a la Segunda Guerra Mundial marcó un resurgimiento de la actividad, que alcanzó su consolidación definitiva con la fundación de la Federación de Radioaficionados de Cuba (FRC) en 1966, bajo la supervisión del Ministerio de Comunicaciones.
Esta organización no solo unificó a los operadores del país, sino que también estableció los marcos regulatorios y técnicos que permitieron el crecimiento sostenido de la comunidad, la cual llegó a superar los 9,000 miembros activos en su mejor momento. La FRC implementa programas de formación técnica y promueve la participación en eventos internacionales, posicionando a Cuba como un actor relevante en el panorama radioaficionado mundial.
En la actualidad, los radioaficionados cubanos enfrentamos el doble reto de preservar nuestro legado histórico, mientras nos adaptamos a las transformaciones tecnológicas del siglo 21. La irrupción de la Radio Definida por Software (SDR) y los modos digitales ha revolucionado las prácticas tradicionales, permitiendo operaciones más versátiles y eficientes, pero también generando tensiones entre los puristas de la radio analógica y los entusiastas de la innovación.
Las limitaciones económicas y las restricciones a la importación de equipos complican este proceso de modernización, obligando a los operadores cubanos a desarrollar soluciones creativas, como la reparación y adaptación de equipos antiguos o el intercambio de conocimientos para dominar las nuevas tecnologías con recursos limitados.
Más allá de los aspectos técnicos, el verdadero valor de la radioafición en Cuba se manifiesta con especial claridad durante las temporadas ciclónicas, cuando estas redes de comunicación alternativa se convierten en un componente crítico del sistema de defensa civil.
La experiencia acumulada en eventos como el huracán Matthew en el 2016 los recientes ejercicios Meteoro, además de experiencias internacionales como las inundaciones en España o el apagón masivo en Europa demuestran la capacidad de los radioaficionados para mantener enlaces operativos cuando las infraestructuras convencionales colapsan.
Su participación en la Red de Emergencia Nacional y en iniciativas como la "Rueda Huracán" refleja un compromiso profundamente arraigado con la protección de vidas y bienes, sustentado en décadas de preparación y cooperación con las autoridades.
En nuestra provincia, el Radio Club de Calixto García destaca como un ejemplo de compromiso,siempre dispuesto a cooperar en cualquier situación , formando parte de la filial holguinera de la FRC, esta última, que cuenta con 618 afiliados en total.
La FRC y el propio Radio Club extendemos una cordial invitación a todos los interesados en unirse a nuestra comunidad técnica y solidaria. Para más información, pueden contactarnos a través del correo electrónico:
El futuro de la radioafición en la isla dependerá de su habilidad para equilibrar la preservación de sus valores fundacionales con la integración estratégica de herramientas digitales.
La FRC ha enfatizado la necesidad de fortalecer los programas de capacitación, fomentar el relevo generacional y aprovechar las oportunidades que ofrecen plataformas como el internet para complementar (no reemplazar) las comunicaciones por radio. En un contexto global donde las catástrofes naturales y las crisis sanitarias ponen a prueba la resiliencia de las sociedades, los radioaficionados cubanos siguen demostrando que su labor trasciende el ámbito recreativo: es un servicio esencial, basado en el conocimiento técnico, la solidaridad y una profunda conexión con las necesidades de su comunidad.
