SECRETOS DE MALA NOCHE
Frente a la laguna, por el camino que va al Mijial, estaba la casa de Blanca Hechavarría Rueda y Evencio Valdés Pantoja. Era un bohío inmenso con el techo de guano. Las paredes forradas con lomo de yagua, con las puertas también de yaguas y sin bisagras, las que se ataban al caer la tarde, con una soga de manila. El piso era de tierra. Se limpiaba con cenizas y agua. Se baldeaba con una escoba y el olor a tierra mojada se confundía con la lluvia, con ese olor a lluvia que envolvía la casa.