Hay individuos que tienen el don de desdoblarse y realizar una labor sobresaliente en cada etapa de sus vidas.En la emisora Radio Juvenil, tenemos el privilegio de contar con una de esas personas que en su andar cotidiano ha marcado su impronta de hombre de bien , Artemio Leyva Aguilera, nacido hace casi siete décadas en Pozo Viejo, barrio campestre, enclavado a siete kilómetros de Buenaventura, la capital de este municipio holguinero de Calixto García.
Artemio, inició su vida laboral como profesor de Secundaria Básica, pero al comenzar la construcción de la planta radial de este territorio, ganó una plaza para estudiar periodismo en la Universidad de Oriente, donde se graduó en 1991.
Aquí se mantuvo desde la apertura del medio de prensa, en 1986 hasta hace apenas unas semanas, cuando se acogió a la jubilación definitiva, después de haber estado un tiempo como reincorporado en su profesión de reportero.
“Sabía que en algún momento tendría que regresar al pedazo de tierra que me vio nacer y crecer, el lugar donde mi padre, ya fallecido, me enseñó cómo desempeñarme en una labor tan difícil y ruda, pero que, sin lugar a dudas, fortalece el espíritu”.Así nos comentaba este laborioso profesional, fundador también, como docente, del Centro Universitario Municipal, donde se desempeñó hasta el pasado curso académico.
“Podía haber seguido en el periodismo, pues es algo que me motiva bastaste, pero era primordial venir a darle el calor de hijo que necesita mi querida madre, la que ya se acerca a los noventa años”.
“Temito”, como le dicen familiares y amigos, es de esos hombres que sabe de casi todo y lo que no domina, lo pregunta al que sabe. Por eso, en las siete hectáreas de tierra que tiene su finquita, hay decenas de cultivos.
“Aquí puedes encontrar diferentes viandas, como plátano burro, yuca, boniato, ajonjolí, calabaza, maíz. Hay varios tipos de frutas, entre ellas: mango, guayaba, fruta bomba, anón, anoncillo, guanábana, coco, aguacate y hasta una matica de mamey zapote, que la cuido como a un pollo para gallo”.
De igual manera en esta productiva finca, que tributa para la Cooperativa de Créditos y Servicios César Escalante, del barrio de Las Casimbas, existen decenas de ejemplares de madera preciosa, destacando la caoba, majagua, la varía y el cedro.
Enhorabuena el laborioso quehacer de este hombre que, con fuerza de gigante ha sabido imponerse a los golpes que da la vida, el más doloroso, la pérdida de su esposa y madre de sus dos hijos.