Muestras de trabajos realizados por el periodista deportivo Iraldo Leyva Castro en el periódico Ahora
Vivimos el martes 2 de julio,fcha en que se celebra el Día del periodista deportivo, fecha establecida en la ciudad canadiense de Quebec en 1995, en recordación al inicio del Primer Congreso Internacional de la Prensa Deportiva.
Es por ello que en una jornada de tanto lustre, es moralmente obligado recordar a mis dos grandes maestros en la profesión, una labor de varías décadas que me ha formado y forjado como persona de bien, me refiero al destacado reportero del Periódico Ahora, Calixto González Betancourt y al extraordinario Maestro de la locución, el periodismo, la narración y el comentario deportivo Antonio Eddy Martin Sánchez .
A Calixto lo conocía antes de iniciar las andanzas como corresponsal voluntario, pues seguía a diario sus excelentes trabajos en el Ahora, mientras que a Eddy, a quien también seguía en todos los medios nacionales, lo conocí personalmente a mediados de los años ochenta, en un curso para corresponsales, impartido en Tele Cristal. A partir de aquel momento mantuvimos, hasta su partida física, una bonita amistad, que tenía sus monumentos cumbres en las Ferias Internacionales de Rancho Boyero, en La Habana, a las que casi siempre asistía.
A propósito, no podría olvidar jamás, la versión de febrero de 2001, allí en Boyeros, en la que Eddy fue invitado especial para narrar un Festival de enlace de terneros, carrera entre barriles para las amazonas y monta de toros, en saludo al Nuevo Siglo, y después de saludarnos y conversar un rato, como era costumbre, me pidió que lo acompañara a la cabina para que compartiera las narraciones, de más está decirles que me sentí como un corrientazo por todo el cuerpo, creí estar por encima de las más altas nubes del cielo capitalino, pero por suerte estaba preparado y pienso que cumplí el reto con dignidad, de más está decir que ha sido una de las jornadas más lujosas de mi humilde carrera. Aquí, algunas muestras de mi inolvidable labor en el Ahora, bajo la inigualable tutoría de Calixto.