Elizabeth Vera Cordero,(izquierda)directora municipal de Finanzas y Precios recibe Reconocimiento de manos de Mailí Ramírez García,presidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular
La juventud es un divino tesoro al que no pocos artistas se han inspirado para elogiar, recordar y hasta añorar esos momentos únicos y mágicos cuando ya se han vivido algunas décadas.
Unos prefieren definirla como etapa para la diversión, mientras otros la aprovechan para crecer en saberes, ser útiles a los demás y forjar, con el sudor de su frente, el día a día entre sonrisas y no pocos reveses.
Con esa certeza construye su presente Elizabeth Vera Cordero, una joven calixteña que se ha convertido en líder de su tiempo. “Decirte que asumir la Dirección de Finanzias y Precios no ha sido tarea fácil, hay momentos cruciales en los que hay que imponerse para salir adelante y he tenido la dicha de encontrar manos para seguir ,pues lo retos son mayores cada día, pero ahí vamos y seguiremos.”
“Cuando llegué a la entidad como adiestrada, no pensé en dirigir ni mucho menos, las responsabilidades fueron asumidas en su momento y soy de las que apuesta por superarse, aprender y hacer equipo todo el tiempo sin miedos a novatadas”, confiesa la esbelta joven de apenas 24 años de edad.
“Me gusta estar en todo”, participar en jornadas productivas, en actividades recreativas donde haya una convocatoria de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) ahí estamos y lo hacemos con satisfacción y orgullo porque eso es lo que hemos aprendido y tenemos el honor ahora de impulsar como vanguardia juvenil”.
Con esa misma certeza de que parecerse a su tiempo no es un eslogan, el joven Doctor Leandro Morales Domínguez asume con orgullo la labor comunitaria que lo ha hecho ganarse un cariño especial entre los vecinos de la barriada de Domínguez, perteneciente al Consejo popular calixteño de La Jíquima.
“El deber, asegura, está primero”, por eso no sabe de apuros para aliviar el dolor ajeno, buscar alternativas ante la carencia de medicinas y conversar de esto y de aquello ante divergentes disputas de la vecindad, convencido de que son tiempos distintos pero a la vez iguales en esencias que hay que defender a toda costa.
Por eso tanto Elizabeth como Leandro suman motivos para seguir construyendo desde una sociedad que ha legado a sus pinos nuevos el derecho de cimentar sus sueños y construir el futuro con el aporte del día a día entre victorias y reveses.
