La inteligencia y la creatividad de José Martí desde la niñez, y durante todos los estadios de su vida, llaman exclusivamente la atención, consagrado a sus ideales y obra que lo convierten hoy en el más universal de los cubanos.
El prestigioso intelectual cubano, Cintio Vitir, acucioso investigador de su vida creadora, reconoció en Marti como un hombre volcado a la cultura, apasionado por el conocimiento, que le permitió distinguir el mal e ilustrar el bien con la claridad de sus fértiles ideas.
Durante su etapa escolar, en plena niñez, obtiene altas notas en todas las asignaturas por lo que recibió felicitaciones y premios , los devolvió como inspiradora a su madres en práctica de agradecimiento.
Al Martí universal le apasionaba la lectura, destacaba en las ciencias, en las letras y en las artes, se interesó por la pintura ,y por la música sintió pasión.
No pudo Martí abandonar jamás su magisterio pedagógico, jamás pudo desprenderse de su espíritu crítico de hombre culto y sin prejuicios, y en carta a María Mantilla enjuicia la artificialidad y exageración de los versos que lee, los que dictan en lenguaje forzado falsos sentimientos.
En su juventud llegó con singular cultura a leer en latín, ingles, francés e italiano, así como en portugués y alemán, todo un erudito. Escribe Martí hermosos versos, y utiliza atractivas metáforas.
Su obra periodística es prolífica, escribió para publicaciones de América Latina y Europa. Dio vida a la Edad de Oro y a más de veinte tomos de artículos costumbristas. Sociales, literarios y sobre todo políticos, su ensayo Nuestra América se erige en síntesis de la realidad del continente.
José Martí fue un orador como muy pocos, dijo frases centellantes. Los discursos conmemorativos del Grito de Yara son inusuales en profundidad, sabiduría, elocuencia y todos diferentes: enfatizan en el valor de la unidad del pueblo en defensa de la patria.
Más de la mitad de su vida vivió José Martí Pérez lejos de la familia. La añoranza por la patria, por el hijo ausente y por sus padres y hermanos lo acompaño siempre.
Las cartas a su amigo y hermano Manuel Mercado brindan el mejor ejemplo de humanismo, y ofrecen una amplia información sobre sus frustraciones y agonía que obligan a un ejercicio de reflexión de cómo pudo enfrentar tantas adversidades y mantener firme sus ideales, su creatividad y la inteligencia emocional que trasciende en Marti como paradigma de nuestros días.
Se hace evidente en la obra creadora de José Martí su capacidad de comprender los sentimientos propios, reconocer los ajenos y utilizarlos para guiar los actos y pensamientos de todos, así ganaría el título de Apóstol, ni rencores, ni odios, ni venganzas abrigaban en su mente y en corazón.