Nuestro país cuenta desde 1996 con un Programa Nacional de Atención Integral al Adulto Mayor, que tiene el propósito de garantizar una atención de salud ajustada a las necesidades de esas personas y lograr que vivan una vejez activa y saludable.
Según datos publicados, más del 21 por ciento de la población en Cuba sobrepasa los 60 años, logro que puede traducirse en desafío si no se alcanzan las políticas sociales adecuadas.
Teniendo en cuenta este reto, en el holguinero municipio de Calixto García existen un hogar de ancianos y casas de abuelos.
A la casa de abuelos ubicada en el poblado de Buenaventura, me acerqué por estos días para conocer de cerca qué opinan de la atención que reciben allí; me recibió Rogelio Pérez Ruiz jubilado, muy entusiasta y elegido presidente de los abuelos, “Aquí somos una familia, compuesta por 22 personas de la tercera edad, y hay que recordar que envejecer no es sinónimo de estar enfermo. Realizamos actividades que nos mantienen muy activos, ahora mismo hay un grupo que está jugando dominó, en otras ocasiones, que ahora añoramos vienen grupos de aficionados de cultura, se realizan conversatorios por parte de especialistas de Salud Pública, Educación; es decir, estamos muy agradecidos”.
Rogelio Pérez(Al centro)
Zeyda Quiñones es una abuela muy activa, “ aquí he vuelto a mi vida, junto al resto de mis compañeras y compañeros disfrutamos a nuestra manera, cantamos, nos reímos, compartimos que es lo importante, nos dan además el desayuno, el almuerzo y las meriendas, qué más podemos pedir”.
Idelgrade Ricardo es otro de los abuelos que gusta de jugar al dominó, “nos entretenemos y a la vez entrenamos la memoria, en fin, nos mantenemos activos que es lo importante. Y ponga ahí periodista, me dice, “ con la comida de aquí no hay problemas, porque con los precios que están los alimentos en la calle, nosotros no podemos, sin embargo aquí nos garantizan a un precio asequible, y a los que son asistenciados les rebajan lo que tienen que abonar, y esto solo se ve en una Revolución como la nuestra”, explica finalmente.
Y este periodista se marcha satisfecho y complacido de la Casa de los Abuelos del poblado de Buenaventura. Otro recinto está ubicado en la localidad de Mir, tanto este como aquel los he visitado, y puedo asegurar que pese a las carencias, los obstáculos, y a la tensa situación económica del país, agravada por las políticas de Washington, se continuará atendiendo las necesidades de esta creciente población, sin dejar de fomentar su inclusión en las tareas económicas, políticas y sociales, todo por una vejez segura.