Corrían los últimos días del mes de marzo de 1958 cuando las tropas rebeldes de uno de los embriones del posterior IV Frente Simón Bolívar escribían páginas imborrables para la historia de Cuba en las luchas contra el régimen del dictador Fulgencio Batista.
El cuartel de la tiranía, enclavado en el poblado de Mir, a 10 kilómetros de la carretera central entre Holguín y Buenaventura, sería el objetivo de los guerrilleros, logrado en acción audaz ante la estampida, en la oscuridad de la noche, de los soldados de la guarnición.
La fecha histórica se remonta exactamente al 31 de marzo y pasaría a la posteridad como un rotundo éxito, a tal punto, de representar la localidad de Mir como el primer territorio libre en el llano.
Meses más tarde, en plena Sierra Maestra, el verano de ese año 1958 se tornaba decisivo en las luchas guerrilleras del ejército rebelde dirigido y comandado por Fidel.
Una poderosa fuerza enemiga fue derrotada en la temporada estival y, con las armas capturadas, el máximo líder guerrillero organizó varias columnas rebeldes en aras de llevar la guerra a diferentes lugares del país.
Para la zona del llano oriental partieron la columna número 12, Simón Bolívar, dirigida por el Comandante Eduardo Sardiñas, cuya misión fue operar en el territorio de Las Tunas y los límites con Camagüey, mientras que la 14, Juan Manuel Márquez, actúo en parte de Holguín y Granma.
Ambas columnas operaban independientes, pero subordinadas directamente al Comandante en Jefe Fidel Castro, quien decidió crear entonces el IV Frente Guerrillero con el nombre de Simón Bolívar, fundado el cuatro de noviembre de 1958.
El Comandante Delio Gómez Ochoa fue designado entonces como jefe de ese mando, a quien se subordinaba además la columna 32 José Antonio Echeverría, la cual se movería por todo el territorio donde operaban las fuerzas rebeldes del IV Frente.
Las fuerzas del Simón Bolívar libraron numerosas acciones como los combates de la Guanábana, La Presa, los Güiros, La Entrada, Juan Cantares, y atacaron los poblados de San Germán, Gibara, Jobabo, Puerto Padre y Buenaventura.
En ese entorno, libraron otros combates contra un enemigo superior en hombres y medios, y cumplieron con la orden de Fidel de interrumpir las comunicaciones entre Oriente y Camagüey y liberar el territorio asignado.